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Por Pablo Arriola
Para la opinión pública la cosa empezó cuando los diarios publicaron la noticia, segunda cual los estudiantes peruanos en La Plata habían sido amenazados de muerte por una organización terrorista de extrema derecha si no abandonaban la argentina en un plazo de 20 días. Esto fue, más o menos, hace una semana.
Sin embargo para los padres de familia, todo había empezado mucho antes, cuando este rector los conoció, supo también de los rostros de la tensión, de la antesala interminables; en suma de la incertidumbre que se delata en semblantes transidos, manos apretujadas y los invariables , señor ¿qué haremos? ¿Qué pueden hacer? De la argentina no vienen noticias precisamente tranquilizadoras. Todos lo saben y los padres de familia de estudiantes peruanos en la plata, en Tucumán, en Córdoba, en Mendoza ¡como no! si viven pendientes de ellas.
Hace mas o menos dos meses que empezaron a circular entre el estudiantado peruano en la plata volantes firmados por una misteriosa y autodenominada “agrupación de derecha armada nacional” ¿usted conoce la plata? Claro, la ciudad de las diagonales, a unos 50 kilómetros de buenos aires. Desde hace un buen tiempo, esta ciudad argentina, con una población en su mayoría descendiente de españoles e italianos, ha estado siendo invadida por estudiantes peruanos. No podemos precisar cuando se inicio la invasión; tal vez prejuzgar que esta se motivaba por una suerte de facilidades para el ingreso a centro de estudios superiores, o algo así.
Bueno, el asunto es que ha estas alturas, La Plata tiene casi el 50 por ciento (4500) de los universitarios que estudian en la argentina. (10 000). Acaso motivo para que el no descartable drama de nuestros muchachos se haya centralizado en ese lugar.
A principios de agosto, los padres de familia peruanos empezaron a recibir cartas cuyo tenor no era el habitual de solicitudes de dinero, un poco mas, por favor, ni el de cómo están los muchachos, mamita, los extraño tanto.
Desde hacia un buen tiempo, las cartas referían a ciertos problemas que vivía la colectividad estudiantil peruana: que entran a las pensiones y que roban las cosas; que un muchacho Moron ha desaparecido; que una vez mataron a un estudiante peruano que trabajaba de mozo y dijeron, suicidio; que hay una hostilidad que se puede tocar, lo juro, contra nosotros ¿ se dan cuenta?
Cuando es señalado en la Argentina, la cosa empieza con un volante amenazador. Mario Benedetti, Nacha Guevara y tantísimos más lo recibieron y partieron como un rayo al Perú como a México. Por supuesto que lo del volante amenazador es apenas un detalle. Sin embargo los muchachos de “la agrupación de derecha armada nacional” se han dado el trabajo de operar, precisamente con ese detalle. A mediados de agosto; los peruanos recibieron este volante:
AL ESTUDIANTADO PERUANO EN LA PLATA
COMUNICADO N 2
“En nuestro primer comunicado, que les hicimos llegar en general el 11 del pte mes. Les advertimos que se marchen de este país o de lo contrario recibirán LA PENA DE MUERTE todos aquellos que se resistan, en forma individual o en masa.
“ nuestra agrupación armada siendo testiga (sic) de la falta de obediencia voluntaria , como les hicimos saber y conocer que era lo adecuado; se ve obligada a dar muestra pacifica primeramente de su seriedad y cumplimiento de su objetivos siendo el principal, el eliminar la colonia estudiantil peruana, por la serie de irregularidades que se presentan en ella y las consecuencias negativas que cargan nuestra naciones por ello que les enviamos la presente nota en forma directa a los habitantes peruanos de esta vivienda, para que así sean los ejemplos de los demás en marcharse o de lo contrario recibirán nuestra medida en primer término. El plazo vence el 20 de Setiembre del presente año y firmaban:
“agrupación de derecha armada nacional”.
Para seguir con:
“el país vive amenazado y en guerra…lo defendemos”
“En. aquellos que tomen parte en protestas legales e ilegales recibirán nuestra pena antes del plazo”
Los volantes impresos empezaron a llegar a los buzones familiares. La alarma-obviamente-cundió. Paralelamente a esto, un grupo de parientes visitaba dependencias oficiales peruanas en procura de solución para los suyos que se encontraban detenidos, sin cargo alguno en la Plata . Los llamados de calma se reñían con la realidad; con la realidad que llegaba a los padre de familia en forma de letras menudas y apresuradas; cartas de los muchachos que pedían, entre otras cosas, auxilio.
“La Plata 28-8-76
“Queridos papis:
“Les contaré que aquí todos los peruanos estamos amenazados de muerte y empezarán el 20 de septiembre a matarnos. Primero empezaron con 29 de una lista de un partido político en el cual están metidos. Ya han violado a 4 chicas o las han golpeado ; lo mismo a 4 chicos de una pensión los sacaron les dieron una tanda(desfigurados) y les dijeron que si no se van a la próxima los matan. Se la han agarrado con los peruanos, estén o no en política.
Como verán hasta al Cónsul (peruano) lo han amenazado. Un grupo fue a pedirle protección y seguridad para todos los peruanos, a lo que el Secretario contestó que no se podía hacer nada y que lo único que nos queda es abandonar el país; y para disposición tenemos un barco peruano que está aquí en Buenos Aires y pueden entrar 500; y búfalos 3; y si la situación se pone peor, mandarán a pedir mas aviones. Y no sé si ustedes tendrán noticias de algo”.
“Aquí todos están desesperados, y se van cualquier cantidad de peruanos a Lima – Perú, y nosotros como es lógico, tenemos miedo y dormimos bien encerrados. Ahora, mas tarde, lo pongo candado a la puerta. No sé si los padres de familia pueden hacer algo por allá; pedir por medio del Embajador o algo por el estilo, mayor seguridad para nosotros; porque no nos quieren dar ni un poquito, lo único que nos dicen es que nos vayamos”.
Cuando llegaron estar carta, lo dijimos, empezó la conmoción familiar, y con ella la movilización. Los peruanos en la Argentina enviaron copias de los volantes amenazantes y la zozobra cundió. El primero volante llegó a una familia de Villacampa, aquí en Lima; el segundo a Piura; lo publicaron en un diario del lugar. Gran alboroto. Paralelamente a todo esto, un grupo de familiares de estudiantes peruanos en La Planta, librada silenciosamente una batalla. Era una batalla terca , empecinada, dramática por lograr la liberación de sus seis parientes( hijos, esposas, hermanos) apresados desde el 11 de julio en el transcurso de una fiesta estudiantil por la peregrina increíble-acusación de meter ruido.
Primero detuvieron a 38 asistentes. Treinta y dos de ellos salieron el 29 de julio. Seis quedaron presos, sin cargo-especifico-alguno.
Aquí en Lima, Marcos Cueva dejó su trabajo de médico y se internó en oficinas, en pasadizos laberínticos, en oficinas estatales. Cecilia, su mujer, con la que se había casado el 14 de enero de 1976, era una de las detenidas. El 1º de agosto había empezado con las denuncias. Una señora que tenía su hijo allá le avisó que Cecilia, su mujer, pacasmayina y flaquita, era una de las presas. Marcos es un muchacho habitualmente tranquilo. Esta vez pidió permiso ens. Trabajo de Chimbote y se vino a Lima – lo dijimos – a reclamar por su mujer, estudiante del último año de de obstetricia, cantarina y tranquila a toda prueba. El había sido uno de los primeros en denunciar los atropellos que surgen los estudiantes peruanos en la Argentina, especialmente en La Plata. Ahora le detuvieron a su mujer y él, aparte de sobre tiempos, horas de sueño, etc., perdió la calma. El dio su testimonio:
“Lo terrible de todo esto es que nadie puede asegurar lo que va a pasar; porque nadie puede garantizar lo que ocurra mañana en la Argentina. ¿Sabes? El problema está en que los peruanos se han acostumbrado a la muerte, al terror. Se han adaptado al ambiente y saben cuando esconderse. Es cierto que hay todo un clima de hostilidad contra los peruanos. Es cierto que entran a las pensiones gente armada, evidentemente protegida por la policía y les roba las cosas y los maltratan. La “cana” tiene un odio terrible contra los peruanos. Nos llaman comunistas y nos dice que por que no nos vamos de la Argentina. Hace mas de tres meses que denunciamos la desaparición de Elías Moron estudiante del último curso de medicina. Hasta ahora, nada.
Así las cosas, el martes pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú publicó un comunicado en el cual solicitaba garantías para los estudiantes peruanos en la Argentina. Al fía siguiente el Embajador de la Argentina en el Perú, contralmirante Chevalier, manifestaba que su país garantizaba la ida de los peruanos, pedía calma y decía que no había ningún tipo de problema y, que en todo caso, se iba a abrir una investigación. Al día siguiente el gobierno argentino expulsó a los seis estudiantes peruanos detenidos desde el 11 de julio; noticia que publicó EL COMERCIO con carácter de exclusividad. La zozobra de los padres de familia continúa. Para los expulsados, el drama ha terminado. Pero el plazo para los que se quedan, sigue su curso.
¿Quién garantiza la vida en la Argentina? La pregunta es válida.
Lima, 12 de septiembre de 1976
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